jueves, 10 de noviembre de 2016

¿Es de verdad la sociedad del conocimiento un mundo mejor?

Durante las últimas semanas, hemos estado trabajando en nuestro "Espacio TIC" el comentario crítico de textos, para ello nos hemos dividido en grupos de un máximo de seis personas. En esta ocasión, he tenido la ocasión de compartir grupo con Patricia Sánchez, Ángela Montero, Iván Vázquez, Aziz Al-Shekh y Rubén Suárez; de los que me llevo una experiencia enriquecedora, ya que TODOS hemos puesto nuestro "granito de arena" para que este trabajo saliera adelante. Me ha parecido una apuesta muy buena por el uso de las nuevas tecnologías y el trabajo colaborativo, pues es lo que el día de mañana nos encontraremos en nuestros puestos de trabajo.

Resultado de imagen de trabajo en grupo 
(Imagen obtenida a través de Google Images)
 
Mi grupo ha trabajado el texto 5 del documento "LA CASA DEL LECTOR", que es el siguiente:


 Este es el comentario crítico que hicimos en grupo:

Estamos ante un texto periodístico de opinión del subgénero de artículo de opinión que fue publicado en la revista histórica Clío en abril del 2002. Tiene un registro formal, pues se caracteriza por la selección de los recursos lingüísticos adecuados por parte del emisor y el uso del lenguaje de manera formal y cuidada. Su autor es Joan Majó, quien es un gran ingeniero, fue ministro durante el gobierno del PSOE, ha presidido varias empresas y actualmente es un articulista habitual en el País. Hemos destacado 2 de sus obras: Chips, Cables y Poder La Comunicación: De los orígenes a Internet.

En este fragmento, podemos distinguir 3 partes. En primer lugar encontramos la introducción, que ocupa el primer párrafo, en la que el autor expone cómo ha cambiado la forma de adquisición del conocimiento. A continuación, encontramos el cuerpo argumentativo, que ocupa el segundo párrafo; en el que hay argumentos de hecho: “El acceso al conocimiento se ha convertido en un elemento clave de la estrategia de las empresas y en un componente fundamental de nuestro bienestar personal.” y de progreso: “Si este proceso de «desmaterialización» de nuestra vida tiene lugar, va a suponer la posibilidad de cambios muy positivos en la organización social, porque una economía basada en gran medida en el conocimiento tiene unas reglas de funcionamiento distintas de la economía industrial”, con los que logra convencernos de lo buenas que son las nuevas tecnologías. Finalmente, podemos ver la conclusión que ocupa el tercer párrafo y en el que encontramos la tesis defendida: La democratización de la sociedad como consecuencia de las nuevas formas de conocimiento, por lo que podemos decir que se trata de una estructura deductiva.

En la actualidad, usamos y necesitamos las nuevas tecnologías para todo. Tenemos incluso dependencia de ellas. Han revolucionado nuestro mundo pero, ¿de verdad lo han mejorado? Puede que ahora nos sea más fácil trabajar (nos ahorramos escribir a mano, eliminamos la necesidad de tener buena caligrafía, no tenemos que molestarnos en abrir un libro para buscar información y la tenemos actualizada al minuto), pero la realidad es que a los únicos que nos ha mejorado la existencia es a los de las clases medias-altas, pero no han permitido que todos disfrutemos de ellas.

Todos deberíamos tener acceso al conocimiento, pero no es así ya que no todo el mundo tiene la posibilidad de comprarse un dispositivo, incluso en algunos lugares ni para tener una fuente de agua potable. No se trata de escasez de información, como menciona el autor; ya no tenemos que renunciar a la información que tenemos en internet para que otro la tenga, pero sí de dispositivos para acceder a ella. Para que esta democratización fuera posible, necesitaríamos que hubiera igualdad de condiciones en todos los países de la Tierra, pero eso no es posible aun en esta sociedad, que ahora llaman del conocimiento, pero que sigue siendo una sociedad clasista que no brinda las mismas oportunidades a todos los que formamos parte de ella.

Esto de la sociedad del conocimiento está siendo todo un negocio para los fabricantes de los ordenadores, smartphones, smart tv, tablets y, el último grito en tecnología, smart watches; quienes ponen fecha a estos dispositivos para que cada vez vayan más lentos hasta el punto de quedarse obsoletos y así obligarnos a comprarnos otros nuevos que nos pueden costar de entre 300 hasta cerca de los 2000€, mientras que hay gente que necesita ese dinero para subsistir.

Y es que por mucho que Internet tenga cobertura en todo el mundo, sin dispositivos es imposible que todos tengamos acceso al conocimiento y hace que esta brecha social se haga cada vez más grande.

En definitiva, las nuevas tecnologías no nos hacen iguales, porque no todo el mundo se puede permitir comprar un dispositivo y encima para que a los años nos tengamos que comprar otros nuevos por culpa de los fabricantes cuya pretensión es ganarse la vida a costa de los que más lo necesitan.

Pero, finalmente, ¿conseguiremos eliminar las desigualdades?¿Serán las nuevas tecnologías las que lo consigan?¿Verdaderamente evolucionamos hacia una sociedad mejor, o estamos cada vez empeorándola más?


Finalmente, os  dejo la presentación que hicimos usando la aplicación Pow Toon, que permite hacer la presentación con un vídeo.

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