viernes, 18 de mayo de 2018

Última entrada: "Sevillanea con Nosotros"

Ya llegó el último trimestre del curso casi a su fin y, con él, la nueva y última entrega de los vídeos de nuestro canal de Youtube: "Sevillanea con Nosotros". Espero que os sea llevadero que esta aventura se acaba y que, con ella, mi bachillerato, mi paso por el instituto y este blog, cuya última entrada será esta. Espero que hayáis disfrutado de estos 4 años de entradas ininterrumpidos y de estas 103 entradas. Solo os pido una cosa: sed felices. ¡Salud y suerte!


domingo, 6 de mayo de 2018

Comentario de Crónica de una muerte anunciada

TEXTO

Pura Vicario le contó a mi madre que se había acostado a las once de la noche después de que las hijas mayores la ayudaron a poner un poco de orden en los estragos de la boda. Como a las diez, cuando todavía quedaban algunos borrachos cantando en el patio, Ángela Vicario había mandado a pedir una maletita de cosas personales que estaba en el ropero de su dormitorio, y ella quiso mandarle también una maleta con ropa de diario, pero el recadero estaba de prisa. Se había dormido a fondo cuando tocaron a la puerta. «Fueron tres toques muy despacio -le contó a mi madre-, pero tenían esa cosa rara de las malas noticias.» Le contó que había abierto la puerta sin encender la luz para no despertar a nadie, y vio a Bayardo San Román en el resplandor del farol público, con la camisa de seda sin abotonar y los pantalones de fantasía sostenidos con tirantes elásticos. «Tenía ese color verde de los sueños», le dijo Pura Vicario a mi madre. Ángela Vicario estaba en la sombra, de modo que sólo la vio cuando Bayardo San Román la agarró por el brazo y la puso en la luz. Llevaba el traje de raso en piltrafas y estaba envuelta con una toalla hasta la cintura. Pura Vicario creyó que se habían desbarrancado con el automóvil y estaban muertos en el fondo del precipicio. 

            -Ave María Purísima -dijo aterrada-. Contesten si todavía son de este mundo. 

Bayardo San Román no entró, sino que empujó con suavidad a su esposa hacia el interior de la casa, sin decir una palabra. Después besó a Pura Vicario en la mejilla y le habló con una voz de muy hondo desaliento pero con mucha ternura. 

- Gracias por todo, madre -le dijo-. Usted es una santa. 

Sólo Pura Vicario supo lo que hizo en las dos horas siguientes, y se fue a la muerte con su secreto. «Lo único que recuerdo es que me sostenía por el pelo con una mano y me golpeaba con la otra con tanta rabia que pensé que me iba a matar», me contó Ángela Vicario. Pero hasta eso lo hizo con tanto sigilo, que su marido y sus hijas mayores, dormidos en los otros cuartos, no se enteraron de nada hasta el amanecer cuando ya estaba consumado el desastre. 


Gabriel García Márquez, Crónica de una muerte anunciada

TEMA: Relato de la madre de la novia del inicio del desastre por la deshonra de su hija.

RESUMEN: Pura Vicario le cuenta a la madre del narrador como Bayardo San Román devolvió a su hija, Ángela Vicario, en la noche de bodas por haber sido desvirgada antes de casarse con él. Según Ángela Vicario, sufrió una paliza por parte de su madre en las horas siguientes tras previamente haber sido golpeada por su marido.

ESTRUCTURA:

Estamos ante un fragmento de la obra Crónica de una muerte anunciada publicada en 1981 y que podemos dividir en 3 partes diferentes: 

La primera de ellas ocupa las dos primeras líneas, en las que se explica las circunstancias del relato.

La segunda de ellas se extiende desde la línea 3 a la 19, que tiene como idea principal el relato de la devolución de Ángela Vicario por parte de Bayardo San Román, con quien se había casado por haber sido deshonrada antes de casarse.

La tercera de ellas ocupa el último párrafo, en el que se cuenta lo que ocurrió después de irse Bayardo San Román, desde el testimonio de Ángela Vicario, que afirma haber sido golpeada por su madre.

COMENTARIO CRÍTICO:

Estamos ante un fragmento de la obra Crónica de una muerte anunciada, publicada por el colombiano Gabriel García Márquez (fallecido en 2014), una de las grandes figuras destacadas de la novela y el cuento hispanoamericanos del siglo XX, en 1981. En el que se relata el inicio del desastre por parte de Pura Vicario, madre de la novia que fue devuelta.

Este texto trata del tema del que el hecho de que la mujer no llegue virgen al matrimonio supone una deshonra para la familia y las consecuencias trágicas que desencadena este hecho. La sociedad española ya no es tan radical en la visión de la virginidad (aunque por ejemplo en la etnia gitana existe todavía el rito del pañuelo que trata de este tema). En otros países que geográficamente no están muy lejos de nosotros, pero que por motivos culturales y religiosos tienen una visión parecida a la del texto que nos ocupa e incluso mucho peor, en la que el patriarcado es mucho mayor, a la mujer que ha tenido relaciones prematrimoniales se la puede condenar a morir, a las mujeres no se les permite conducir coches, ni a las niñas acceder a la educación, incluso son objeto de atentados por intentar acudir al colegio (atentado en Pakistán contra Malala que por su lucha recibió el Premio Nóbel de la Paz).

Esta forma de entender el honor tan próxima a la Edad Media en España, ha quedado en las últimas décadas sobrepasada por las metas conseguidas por las mujeres, impensables hace unos años, y sin duda la educación es uno de los factores que más han ayudado a ello, aunque aún quede mucho camino por recorrer para conseguir la igualdad con los hombres (a nadie le parece ni le parecía antes una deshonra que un hombre hubiese tenido relaciones prematrimoniales, más bien al contrario).

En este texto se puede ver claramente el machismo presente la sociedad rural colombiana de hace 60 años, en la que la mujer pasa de las manos del padre al novio y, en este caso, de las manos del marido a las del padre: las mujeres eran una mera mercancía sin criterio propio ni libertad para decidir.

En el fragmento se observa el relato desde el punto de vista de la madre de la novia quien, al ver que el honor de la familia es mancillado, no duda en golpearla para dejarle bien claro que su libertad está coartada a la decisión de su familia: la mujer no disponía de libertad sexual.

Hoy por hoy, en España, esta situación parece haber cambiado, aunque no se puede decir que el machismo, una ideología que presenta a la mujer como inferior al hombre, se haya erradicado de la sociedad: todavía sigue existiendo una brecha salarial entre hombres y mujeres, y mujeres que siguen siendo asesinadas por sus parejas y exparejas y no podemos obviar la reciente sentencia del juicio de “La Manada”, en la que se declaró abuso sexual en lugar de agresión sexual, dejándose entrever que la justicia española no es unánime en cuanto a la defensa de los derechos de la mujer se refiere. ¿Cuándo acabaremos de una vez por todas con el machismo y con sus consecuencias?

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