jueves, 28 de mayo de 2015

Creatividad literaria de "El Quijote"


Opción A.

Cuando estaban el barbero y el cura, otra vez, seleccionando los libros que “El Quijote” tenía en su estantería encontraron “El Cantar de Mío Cid”, y así lo comentaron.

-Uff, mira, este es ese libro de aventuras en el que un caballero, fue luchando por su país y, al que maltrataron sus pobres hijas, unos duques -dijo el barbero-.

-Pero, bueno, lo hizo por su patria, España, y su familia -añadió el sacerdote-.

-Es verdad, pero creo que lo añadiré a la montaña para quemar, porque es también un caballero andante que, aunque no quería luchar por el amor de su dama, sí que quería ir de aventuras -dijo el barbero-.

-Buena idea, no vaya a ser que tome su misma iniciativa -le contestó el cura-.

-Vamos a por el siguiente: “El Lazarillo de Tormes”, una historia muy triste pero contada desde un punto de humor. Todo lo contrario que “El Cantar de Mío Cid”, él sólo lucha por sobrevivir -empezó el barbero-.

-Pero hizo una cosa fatal, ¡consintió que su mujer le fuera infiel! -exclamó el cura-.

-La verdad es que yo pienso que a él le daba igual, después de lo que había pasado: fue vendido a un ciego que lo maltrató, cuando consiguió escaparse, encontró a una serie de amos que también le maltrataron -añadió el barbero-.


-Es verdad, lo pasó fatal. Si fuera yo, me habría sido imposible contarlo de esta forma -dijo el sacerdote-.

-No creo que haga ningún daño a nuestro querido amigo -afirmó el barbero-.

-Tampoco yo lo creo -el sacerdote añadió-.

-Bueno, este es el penúltimo: “La tragicomedia de Calisto y Melibea”. Una historia de amor entre sus protagonistas que termina en tragedia, ya que Calisto muere cayendo por un precipicio, Melibea, se suicida al ver que este ha muerto -comenzó el barbero-.

-No olvides a Celestina una alcahueta que intercedió entre ellos y, por ello, recibió una cadena de oro y, por su egoísmo (no quererla compartir con Pármeno y Sempronio) fue asesinada -añadió el cura-.

-Es verdad, pero no olvidemos que ella también era una repara virgos y la dueña de un lupanar y que los criados de Calisto (Pármeno y Sempronio) fueron ejecutados por el asesinato de Celestina --continuó el barbero-.

-Creo que este no es conveniente para nuestro amigo, así que también lo quemaremos, no vaya a ser que aprenda del egoísmo y que le de tanta importancia al dinero, como fomenta esta obra -dijo el cura-.

-El último es “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”. Es muy buen libro, de Miguel de Cervantes, y muestra la vida que está viviendo nuestro querido amigo, diciendo lo absurdo que es lo que hace -dijo el barbero-.

-Está muy bien, le recomendaremos que lo lea, a ver si se le abren los ojos -añadió el sacerdote-.

-Entonces sólo le dejaremos en la estantería “El ingenioso hidalgo, Don Quijote de la Mancha” y “El Lazarillo de Tormes”,- finalizó el barbero-.

-Así lo haremos -el sacerdote concluyó-.

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